– Hey Miguel, ¿Cómo te va en Rio? ¿Donde vives? ¿En Copacabana?
– Bueno, cerca… pero en una favela.
– ¿Cómo? ¿Estás loco?
Así empiezan muchas de las conversaciones que tengo con mis amigos, y la verdad, les entiendo. Para el que no está acostumbrado, o no conoce Rio, puede parecer un poco chocante que un extranjero viva en una favela. Sin embargo, la realidad es algo diferente. Algunas favelas de la zona sur de la ciudad (la parte rica) han vivido varios procesos de pacificación (primero) y gentrificación (después) que han convertido estos lugares en “seguros para el extranjero”.
Primero, hay que entender un poco la realidad de las favelas. Estos barrios se crearon de forma ilegal por las clases más desfavorecidas que necesitaban un lugar donde vivir, pero que obviamente no podían afrontar los gastos de una vivienda convencional. Digamos que cada uno se construía su casa con la ayuda de primos, amigos y vecinos. Las infraestructuras eran deficientes, los accesos difíciles, el planeamiento urbanístico inexistente (¿planeamiento urbanístico en una favela?) y los servicios precarios. Para entender la realidad de las favelas, hay que remontarse a los tiempos de la esclavitud, de las diferencias sociales y del racismo. Si te das una vuelta por la favela, verás que muchos de sus habitantes son negros. Si te das una vuelta por Ipanema, verás que son blancos. Es un hecho.
Históricamente, estos barrios han sido controlados por los narcos de la ciudad, que muchas veces luchaban entre ellos para tomar más favelas y ampliar sus territorios. Al ser asentamientos “ilegales”, no había mucho control sobre lo que pasaba dentro y la policía no entraba. Digamos que tenían sus propias leyes.
Con motivo de la Copa del mundo y las Olimpiadas (aunque la idea se había implementado antes), el gobierno de Rio decidió comenzar un plan para pacificar las favelas, sacar a los narcos, crear una ciudad más segura y, por supuesto, empezar a cobrar impuestos y gastos de electricidad a millones de personas que antes no pagaban.
De entrada parece que la pacificación fue un gran éxito y muchas favelas comenzaron a ser seguras, nuevos negocios florecieron y todo parecía de color de rosa. Por supuesto, no todo el mundo estaba contento. Si preguntas a los habitantes de una favela qué piensan sobre estos cambios, la pacificación, los gringos viviendo ahí, etc., pues muchos te dirán que es lo mejor que les ha pasado en su vida, que han abierto un pequeño restaurante, y que les va muy bien. Otros, te dirán que es un desastre, que ahora los alquileres han subido, ellos siguen teniendo el mismo trabajo mal pagado de siempre y ya no pueden pagar su renta.
La realidad es que cada vez hay más extranjeros (y brasileños de otras regiones) viviendo en las favelas y se está hablando mucho sobre el tema. ¿Cómo ha afectado la pacificación ¿quién se beneficia? ¿es seguro vivir en una favela?
Hoy te voy a contar lo que aprendí después de vivir durante medio año en una favela de Rio de Janeiro. Espero que a través de mi experiencia puedas entender un poco mejor la compleja realidad de las comunidades.
1- NO TODAS LAS FAVELAS SON IGUALES
Es importante aclarar que cada favela es un mundo propio. Algunas son muy tranquilas, mientras otras continúan siendo “territorio comanche”. Algunas tienen buenos servicios, hostales y restaurantes “chic”, y otras prácticamente no tienen agua potable ni un sistema de saneamiento decente. Algunas tienen una comunidad de extranjeros considerable, y en otras no han visto un gringo en su vida. Algunas tienen buenas vistas y accesos, y otras están a tres horas del centro de la ciudad.
Por eso, la experiencia de una persona viviendo en una favela o en otra puede ser totalmente diferente. En este caso voy a hablar sobre las favelas de la zona sur de Rio, que son las que conozco mejor.
2- TIENEN UNA CULTURA VIBRANTE
Rio de Janeiro es mundialmente conocido por su música, su tradición y sus bailes. Sin embargo, la cultura de las favelas está a otro nivel. Cuando caminas por los callejones de una favela, te vas a encontrar bares con la música a tope, gente tomando cerveza en una terracita, otros bailando en la plaza, unos chicos tocando el tambor o un grupo haciendo capoeira.
Las favelas tienen una identidad propia y una cultura muy fuerte que han sabido conservar con los años. Es fácil encontrar actividades, clases de todo tipo (canto, yoga, capoeira, idiomas) o incluso salidas en grupo para visitar los cerros cercanos.
3- FUNCIONAN COMO UNA COMUNIDAD
De hecho, mucha gente no las llama favelas, las llama comunidades. Estos barrios se crearon de la nada, con la ayuda de muchas manos amigas, y en un ambiente económico complicado, donde mucha gente pasaba necesidad. Así, sus habitantes comenzaron a convivir ayudándose, prestándose cosas, compartiendo un churrasco, trabajando en la casa del vecino para que terminara la obra antes, etc. Es increíble ver que todo el mundo se conoce, se saluda y comparte lo que tiene.
4- TIENEN LAS MEJORES VISTAS
En la zona sur de la ciudad la mayoría tienen unas vistas de quitar el hipo. Mientras los ricos construían sus barrios cerca de la playa, los más pobres tenían que subir a las montañas cercanas y construir dentro del mato. Así, las favelas fueron creciendo y creciendo, poblando gran parte de los cerros de la ciudad. El resultado: unas vistas sobrecogedoras de las montañas, del mar y de las islas cercanas. Sería difícil superar esas vistas en cualquier barrio rico.
5- SABEN COMO PEGARSE UNA FIESTA
En las comunidades de Vidigal y Babilonia suelen hacer unas fiestas espectaculares. Normalmente son en la parte alta de la favela y atraen tanto locales como extranjeros. El ambiente es muy informal, hay buena energía y música muy alta.
Las fiestas de Vidigal se han puesto tan de moda que suelen cobrar entrada y el público suele ser de clase media-alta. Las fiestas de Babilonia, por otra parte, tienen un sabor más local y suelen ser gratis. Por supuesto, no va a faltar la música Funk, muy típica de las favelas, unos cuantos litros de cerveza Antartica y una gran dosis de bailes super calientes.
6- LA PACIFICACIÓN NO FUNCIONÓ
En algunas favelas mejor que en otras, pero en general, no funcionó. Algunas favelas que eran ejemplos del éxito de la pacificación han sido tomadas de nuevo por los traficantes, ¡y hay tiroteos todas las semanas! A veces son enfrentamientos con la policía y otras veces ajustes entre ellos o guerras con una banda rival.
Aún hay favelas que continúan siendo “tranquilas”, aunque puede haber algún tiro de vez en cuando. Parece que el gobierno ya no quiere gastar más dinero en “comprar paz” ahora que las Olimpiadas han terminado. En realidad el tráfico nunca paró en Rio. El gobierno y la policía pagaban a los narcos para que no hicieran mucho ruido durante el mundial, el carnaval, y las Olimpiadas, y se conseguía la paz. Ahora que todo ha terminado, ¿a quién le importa lo que pase en un barrio pobre?
7- NO HAY ROBOS
El tema de la seguridad en una favela es una locura. Muchos pensarían que te van a robar hasta la ropa según te vas acercando, pero no siempre es así. Como comentaba antes, puede haber algún tiroteo dependiendo de la comunidad, pero en cuanto a robos, asaltos, etc., no es algo común.
Nota: Aunque algunas favelas de la zona sur son bastante tranquilas y digamos «seguras», otras continúan siendo extremadamente peligrosas. Infórmate bien antes de visitar una favela.
8- HAY GENTIFRICACIÓN
La creación de hostales y la aparición de extranjeros están acelerando el proceso de gentrificación en muchas comunidades del sur de Rio. La especulación inmobiliaria y los intereses por parte del gobierno en cobrar más impuestos han hecho que los precios se disparen en las favelas. La polémica está servida, mucha gente se beneficia con estas medidas, mientras otros salen seriamente perjudicados.
9 – NO HAY MUCHA PRIVACIDAD
La distancia entre mi casa y la del vecino era aproximadamente de un 1 metro. O sea, cuando abría la ventana me encontraba con el vecino justo enfrente, que casi podía chocarle los cinco. Es parte del encanto y de la locura de vivir en ese enjambre de casas amontonadas sin ningún orden aparente, pero funcionando con normalidad – el orden dentro del caos. Por otra parte, las paredes de las casas son finas y sin ningún tipo de aislamiento acústico, obviamente. Es decir, te enteras de las conversaciones de todo el mundo. Y ellos se enteran de todo lo que pasa en tu casa.
10- LOS SERVICIOS SON MALOS
A pesar de las mejoras, los servicios siguen siendo deficientes en la mayoría de los casos. La calidad del agua suele ser bastante mala, los cortes eléctricos son comunes y el sistema de alcantarillado tiene grandes carencias. Por otra parte, es cierto que la pacificación y la “normalización” de estos barrios han ayudado a una mejora en este aspecto. Se han hecho inversiones sociales, se han mejorado las instalaciones eléctricas, el saneamiento, etc.
Sin embargo, parece que estas actuaciones aún distan mucho de las promesas del gobierno. Todavía queda un largo camino, pero esperamos que los impuestos pagados por las comunidades tengan un impacto positivo a largo plazo.
11- LOS VECINOS SON INCREÍBLES
Pese a todos los problemas, la suciedad, las carencias en los servicios, la música alta de los vecinos, el tráfico de drogas, etc., hacía mucho que no me sentía tan bien recibido en un lugar. A los pocos días de llegar, me sentía como en casa. Vivía con gente maravillosa, algunos brasileños, otros extranjeros, y se respiraba un ambiente muy bueno.
Los vecinos conocían nuestra casa y venían a menudo a compartir experiencias, a trabajar en la huerta, o a tomar algo. La gente que vive en una favela tiene esa característica; son gente amable y abierta. Son bromistas, tranquilos y cariñosos. Saben que eres de fuera y quieren que te sientas bien, que compartas buenos momentos, y que te lleves un buen recuerdo. Al poco tiempo, ya iba saludando a la gente por la calle, me paraba a hablar con ellos, o me invitaban a tomar algo. Sin duda, la convivencia ha sido lo mejor de vivir en una comunidad.
Ha sido una gran experiencia y estoy muy agradecido a todos los que han compartido esos momentos conmigo. De verdad, os voy a echar de menos y espero volver pronto.
Valeu Chapeu! Obrigado!
¿QUIERES VISITAR UNA FAVELA DE RIO?
Si estas pensando en visitar alguna favela en Rio de Janeiro, ten cuidado y se respetuoso. Por favor, no vayas solo.
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¿Qué piensas? ¿ Vivirías en una favela de Rio por un tiempo? Deja un comentario!
Hola, soy Miguel; Un viajero adicto a la aventura, el buceo y la montaña. Llevo 12 años recorriendo el mundo y espero inspirarte a viajar con historias fascinantes, fotografías y rutas de montaña.
Esau says
Tengo una pregunta, es recomendable ir como turista, y buscar algún trabajo ilegal para vivir en alguna de las favelas que mencionas, mi intención es conocer la cultura
Travelsauro says
Hola Esau, pues no necesitas tener un trabajo ilegal para vivir en ninguna favela. Puedes ir a pasar una temporada, y porfa infórmate bien a donde vas, que las favelas de Rio están muy calientes últimamente.
Carmen says
Hola mi hijo piensa vivir en Estrada santa M.nha no sé qué tan seguro sea eso
Travelsauro says
Hola Carmen, con esa información no puedo saber nada sobre el lugar. Lo siento.
Gabriela says
Hola
Me gustaría vivir un tiempo en una favela, iría sola y quiero saber que tan seguro sería.
Travelsauro says
Hola Gabriela, pues en general no demasiado seguro, aunque depende de la favela. Vidigal sería más o menos segura, en las demás se ha deteriorado mucho la seguridad. Suerte!
Lucio says
Estuve en Complexo do Mare en la zona norte!!
Ma ma dera!! 🤣🤣
De todos modos estoy pensando establecerme allí. Tengo intimas amistades locales que viven ahi..of course!