Era el verano de 2016 y el viaje de mi vida se estaba acercando. El plan era viajar a Estados Unidos para trabajar en un campamento de verano. Después, aprovecharía para viajar por el país.
Llegó un correo electrónico informándome de que había sido aceptado en el campamento. ¡No lo podía creer! Estaba pasando. Iba a viajar a Estados Unidos.
A principios de junio salí del aeropuerto de Manchester con destino a la ciudad de Nueva York. Cuando trabajas en uno de esos campamentos, debes solicitar una visa J-1. Ese visado te permite viajar a los Estados Unidos para hacer una cosa en concreto y nada más. Eso significa que no podría salir del campamento y trabajar en un bar por ejemplo.
El visado que me concedieron era válido por tres meses. Después de los tres meses, me permitían un período de gracia de 30 días para viajar por el país. Es el viaje que haría al terminar los trabajos.
El campamento en cuestión era un campamento de día. Los niños llegaban por la mañana y se iban por la tarde. Nunca había niños durante la noche, y tampoco vienen los fines de semana. O sea, teníamos mucho tiempo libre.
Como estábamos ubicados en Nueva Jersey, cada fin de semana viajábamos a lugares de la costa este como Nueva York, Atlantic City, Boston, Washington D.C. y Filadelfia. Era tan fácil viajar a estos lugares que muchos de los voluntarios pensaron que sería una buena idea visitar la costa oeste después del campamento.
La idea era volar a Chicago donde pasaríamos unos días antes de ir a San Francisco. La ruta final incluía una visita al parque nacional Yosemite, Los Ángeles y San Diego.
Teníamos un gran plan. Algunos voluntarios reservaron los vuelos y los hostales. Todo sencillo. Era un sueño hecho realidad. Además, estaba viajando por los Estados Unidos con unos compañeros estupendos. Es verdad que los había conocido apenas unos meses antes, pero la amistad ya era muy fuerte.
Parecía que todo estaba controlado. Viajamos a varias ciudades, a veces en autobús, a veces en coche. Las aventuras que vivimos y los lugares que conocimos durante el camino eran impresionantes.
Los problemas empezaron cuando llegamos a San Diego. Antes había mencionado que el visado J-1 te permite un período de gracia para viajar por EE.UU. Sin embargo, no había mencionado que si sales del país durante ese período de gracia, no puedes volver a entrar.
Y eso es exactamente lo que hicimos. Mientras estábamos en San Diego, nuestro albergue nos ofreció un viaje gratis a México. Sin ningún tipo de duda y una incontrolable emoción, nos apuntamos. ¡Qué buena oportunidad!
Finalmente llegamos a México. Una vez allí, empezamos a charlar con el dueño del hostal y nos preguntó qué hacíamos en Estados Unidos. La típica conversación. Entonces nos explicó cómo funciona el período de gracia. Al parecer, muchos estudiantes viajaban a México durante el período de gracia y se les negaba la entrada de vuelta a EE.UU. Esto implicaba que tenían que reservar un vuelo de regreso desde México. Gracias a dios, el tipo nos habló sobre el visado ESTA.
¿QUÉ ES EL ESTA?
El ESTA es un programa electrónico que permite a los ciudadanos de 38 países entrar en Estados Unidos. Cuesta 14 dólares y solo requiere unos 30 minutos para iniciar el proceso de solicitud y completarlo.
El ESTA está pensado para turistas y viajeros de negocios, y también para aquellos con vuelos en tránsito. Puedes viajar a Estados Unidos durante dos años con el ESTA, siempre y cuando tu pasaporte no expire antes. Si quieres evitar situaciones como la mía echa un vistazo a esta guía electrónica.
Nosotros solicitamos el ESTA y nadie tuvo ningún problema. Todos pudimos regresar a Estados Unidos sanos y salvos. Imagínate si nos hubieran negado la entrada de vuelta. Solo de pensar en tener que comprar un nuevo vuelo a casa, ya me estaban entrando sudores fríos.
Si tienes mucha prisa y necesitas solicitar un ESTA ahora mismo, visite la página web oficial de ESTA.
Y así es como el ESTA salvó nuestro verano en USA. Mi consejo para cualquiera que quiera viajar a EE.UU: Planea todo bien antes de salir de casa.
¡MIRA ESTA INFOGRAFÍA!
– Este artículo ha sido escrito por Josh de ESTAFORM –
Mi nombre es Josh y soy de Liverpool. Me encanta viajar y el sushi. El verano pasado viajé a Estados Unidos y el ESTA salvó mi vida.
Por eso, he creado ESTAFORM para informar a la gente! Echa un vistazo!
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Hola, soy Miguel; Un viajero adicto a la aventura, el buceo y la montaña. Llevo 12 años recorriendo el mundo y espero inspirarte a viajar con historias fascinantes, fotografías y rutas de montaña.
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